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Recuerdo que la primera impresión de NY fue un poco catastrófica. Llegas a "La Gran Ciudad", y tienes el cambio horario incrustado en el cuerpo, el cansancio y todo aquello sensible a flor de piel: olores nuevos, todo nuevo para la vista, el clima diferente... Recuerdo andar por la 9th Av. (ya no recuerdo cuál era), arrastrando las maletas, mi madre delante mío con el cohete en el culo, como siempre... Mi hermano nos esperaba en la esquina de la calle dónde alquilamos el piso. Verle fue una de las mejores cosas del viaje, sin lugar a dudas. Aún recuerdo su camiseta naranja brillar al otro lado de la calle. Fuimos al piso, dejamos las maletas y salimos al asfalto. Toma moreno. No había mejor manera de tener un primer contacto con la ciudad que travesar la 5th Av. y pasar por medio de Times Square. Guille iba diciendo "fijaros bien con todo lo que hay, porque por aqui NO volveremos a pasar". Y yo iba pensando "¿Pero por qué no tenemos que volver a pasar si todo eso es mítico?" (o al menos, mítco para las Guías de Viajes...) Y suerte que no volvimos a pisar aquella zona. Fue el TERROR. Horrible y horroroso. Gente a patadas, luces y neones que te dejaban ciega, millones de anuncios casi más grandes que el Camp Nou, olores de mil hoistorias en cada momento (qué empache)... En fin, demasiada información en demasiado poco tiempo. Difícil de digerir cuando acabas de pisar por primera vez en la vida, New York. Una vez atravesado todo esto, subimos al Rockefeller Center (si alguien me está leyendo y tiene que ir a NY, que NO suba al Empire State, no (es caro y hay muchas colas). Que suba al Rockefeller Center, que vaya al Top Of The Rock y así verá el E. S. en los morros, todo Manhattan más allá, la Zona Cero, El Central Park...) Y una de las otras cosas que me impactaron muchísimo fue cuando mi hermano, una vez arriba del edificio y viendo todo Manhattan ahí debajo, dijo "Imaginaros estar aquí el 11 de Septiembre del 2001, tan tranquilamente, y ver un avión acercarse y acercarse y acercarse cada vez más y que, de repente, pam! Impacte contra una torre... y luego otro avión contra la otra..." Pánico. Me entró cómo vértigo y todo. En fin, que a pesar de todo y de estas primeras experiencias, NY es un sitio para ir y, creo, que para volver. Claro que sí.
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